jueves, 16 de junio de 2022

* Música, unidad y familia



 

 Recuerdo que a mi Padre le hacia muy mal tomar vino; lamentablemente sus tomateras siempre terminaban en borracheras y en malos tratos con mi madre y mis hermanos.

  Entonces yo era muy niño, recuerdo de cinco o algo más años en esos tiempos, y me producía mucha pena esta situación; ahora siendo un abuelo de tres nietos queridos me duelen todavía esas interminables noches de nuestra familia, convivir con este flagelo que divide y separa, todo por el maldito vicio del trago. Créanme hermanos fueron años ¡muy complicados y durisimos!  

   Con rabia y pena, tomamos la difícil decisión en familia de partir y dejarlo solo.

                         Fue entonces cuando el se dió cuenta realmente que perdería su mejor tesoro que tenía: su querida y numerosa familia; sus hijos, su esposa, su casa.

               Siendo aún muy joven, toma una trascendente desición y deja por fin el vicio que lo convertía en una persona muy distinta a cuando estaba bueno y sano. Le Pide a Dios y la Virgen lo ayuden y le de la fuerzas para lograrlo. Coloca toda su empeño y todo de su parte para luchar.   Y de verdad fué realmente notable, viendo su esfuerzo y pelea diría que le conocí de verdad:

Era un buen hombre de gran corazón, con fuerza y voluntad, muy trabajador, excelente carpintero y mejor albañil, generoso ya que se propuso regalarle a cada hijo un terreno  para que cada uno pudiera construir su hogar. Debo agregar además que fue un gran Artista con letras mayúsculas además de músico, poeta, soñador y constructor. También un eximio bailarín, servidor de la comunidad como bombero, de la Cruz Roja. Y agrego más un  prolífico compositor; creador de numerosos Himnos, obras teatrales,  y más creaciones artísticas. Tuvimos un grupo musical que acompaña el recuerdo.

El tuvo la valentía de luchar contra sus males y saber confesar sus pecados ante los sacerdotes y asi poder recibir la Sagrada Comunión más dignamente.      Lo recuerdo en la eucaristía cuando se acercaba comulgar, con alegría e ilusión.

Emocionante el recordar el pasado oscuro y verlo devotamente recibir a Cristo en la Hostia; me hacía estremecer y llenarme de un orgullo tremendo. 

Compartir con todos ustedes que tuve la dicha de despedirlo, que muriera en mis brazos y poder darle el último beso de amor a este padre querido. Su último aliento que salió de su boca me pareció que era el Espiritu Santo que le fue entregado  el dia de su Bautismo. Un soplo en placidez, en completa tranquilidad. 

 Lo recuerdo como ejemplo de vida, de lucha contra nuestros propios males, de efectiva Gracia Santificante, de Conversión absoluta, de asegurar que "Querer es poder".

    ¡Gracias viejito querido, tu testimonio nos hace ser unidos, alegres y musicales, Viejito, simplemente TE AMO!.

 

Roberto, Pichilemu Junio 2022

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