¡Cómo le va querida señora María!
(el saludo era afectivo y muy cercano)
-Que gusto de verla, justo conversábamos con Jaime de los simpática que era con sus hijas......y sabe? me gustaría que nos colaborara con unos numeritos de rifa para el curso nuestro en Rengo.
-Por supuesto Enriquito, deme cinco; espero que sean los de la suerte y la rifa verdadera.
-Ni se preocupe señora. La entiendo pues no fallan aquellos maldadosos que hacen listas truchas para puro aprovecharse de la gente.
(la tan atractiva rifa era una clonada, como dirían hoy o ideológicamente falsa.)
¡Dios mío! adonde iremos a llegar con esta gente joven.!
no hay salud. Si uno ve cara pero no corazones.
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