Segundo Herrera Jorquera Ramírez "Kiko" junto a su esposa, los representantes de la Comunidad de la Costa, acompañados por Patricio nuestro Presidente Diocesano. La ausencia de Tina que se encontraba en reposo y se preparaba para el viaje a Iquique junto al grupo de cursillistas rancaguinos. Kiko nos confidencia: " Viví mi Cursillo el año 2010, conversando con Luis Espinoza y Ramón Sanchez me hablaban de lo hermoso y novedoso que era vivir un Cursillo de Cristiandad. La verdad es que no tenía muchas ganas: el trabajo y los problemas que nunca faltan. Resulta curioso que me costó pero a ella, mi esposa, le fué más difícil cuando uno siempre piensa que las mujeres van más entusiastas a estos encuentros de fe. Recuerdo de mi cursillo y con cariño especial al Padre Jesús- lo encontré tan auténtico, choro! bien clarito "al pan, pan...y al vino, vino..." si sólo había que soltarse con el no más. Para uno "medio bajoneado" en esos momentos fue una verdadera "inyección a la vena". Desde entonces estamos intentado seguir. Es que me cambió la vida. Persevero en mi grupo "San José" somos 10 ahora, Pola y Jaime partieron a participar en otro grupo de amistad pero nos acompañaron harto. ¡Hay que perseverar! siempre ponerse en las manos del Señor con confianza, es que no estamos solos. Una alegría importante ahora, les cuento que mi hermano Higinio fue a vivir su cursillo y ahora viene llegando Isabel Catalán González a complementar la familia, es hermosa noticia para nosotros. Como dirigentes en Pichilemu, junto a mis hermanos, queremos seguir tirando las redes, trabajando por el Reino y multiplicar la sal -el sabor cristiano entre todos nosotros. Los cursillos de la Costa deben continuar para responder al compromiso con nuestro Señor, nuestra comunidad y nuestra Diócesis, sigamos juntos construyendo este hermoso trabajo. |
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