- Estábamos relajados pero un tanto preocupados y nos preguntamos ¿que podemos hacer?
-es verdad estamos sorprendidos, es que "me cambiaron el mundo", salimos normal de casita y ahora las calles están locas con gente vociferantes, llenos de odio y decepción, ¿que nos pasó?.
Nos reunimos en la cabaña a reflexionar, ¿qué podemos hacer mañana que nos vamos de vuelta a casa, son muchas las dificultades pero hay sólo dos opciones:
1.- Cumplir el programa
2.- Cambiar el programa. Hay novedades producidas y no sabemos que puede ocurrir.
Es una gran crisis, es que la gente se está volviendo loca pero, no podemos estar mal por largo tiempo, debe solucionarse con esfuerzo y la colaboración de todos. Ese momento era de muchas dudas y miedo a lo desconocido y a la inseguridad. Para peor decimos, en la noche todos los gatos son negros y hasta un pequeño temblor sentimos en la mañana. Seamos positivos, es difícil agreguemos ser también proactivos, positivos y sembremos siempre esperanzas entre nosotros. Es que somos gente que cree, trabaja, sueña y persevera. Miedos siempre habrán y en la medida de lo posible contribuir a mejorar esta curiosa situación.
El domingo acudimos a la Misa- teníamos un dia de hermosa lluvia sureña en la localidad, acudimos al Templo Parroquial Santa Cruz-Pucón. Hermosa Eucaristía. Allí con devoción encomendamos a todos los entusiastas del bus y el viaje para el regreso tranquilo a casa.
El lunes acudimos al Monasterio Hermanas Clarisas Capuchinas de Pucón, a pedir, rogar por lo mismo. El viaje estaba pues asegurado.
Tan solo agradecer a Jacqueline, los maestros de ceremonias, los entusiastas bailarines, los regios caminantes y los que confiando llegaron sanos y salvos a casa. A recordar historias y buenos momentos de este hermoso viaje al sur de Chile.
Nos vemos Dios mediante, en la próxima ocasión. Nunca olvidar " la juventud se lleva por dentro". Comparte siempre lo bueno de cada uno. Gracias por vuestra amistad!
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