Confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades. (Miguel de Cervantes)
Cuando llegué a
casa esa noche mientras mi esposa servia la cena, la tome
de la mano y
le dije: tengo algo que decirte. Solo se sentó a comer en
silencio. Yo
podía observar el dolor en sus ojos.
De pronto ya no sabia como
abrir mi boca. Pero tenia que decirle lo que
pensaba. Quiero el
divorcio......le dije lo mas suave que pude.
Mis palabras
parecieron no molestarle. Al contrario, muy tranquilamente me
pregunto,
por que?
Evite su pregunta con mi silencio, esto le hizo
enfurecer. Tiro los
utensilios y me grito, no pareces hombre! Esa noche,
ya no hablamos mas.
Ella lloraba en silencio. Yo sabia que quería saber
que le había pasado a
nuestro matrimonio. Pero yo no hubiera podido
darle una respuesta
satisfactoria. Mi corazón ahora le pertenecía a
Heloisa. Ya no la amaba,
solo me daba lastima!
Con un
gran sentido de culpa, redacte un acuerdo de divorcio en el que le
daba
nuestra casa, nuestro auto y un 30% de las acciones de mi empresa
Después de leerlo ella lo rompió en pedazos. La mujer que había
estado
diez años de su vida conmigo ahora era una extraña. Me sentí mal
por todo
ese tiempo y energía que desperdicio conmigo. Todo eso que yo
nunca le
podría reponer. Pero ahora ya no había marcha atrás, yo amaba a
Heloisa.
Por fin mi esposa soltó el llanto frente a mi, eso era lo que
yo esperaba
desde el principio. Verla llorar me tranquilizaba un poco,
ya que la idea
del divorcio que me preocupaba tanto ahora era mas clara
que nunca.
El siguiente día, llegue a casa muy tarde y ella
estaba en la mesa
escribiendo algo. Yo no había cenado, había pasado un
día muy intenso con
Heloisa y tenia mas sueño que hambre y mejor me
retire a dormir.
Desperté en la madrugada, ella todavía estaba
escribiendo. La verdad no me
importo y solo me acomode de nuevo en cama
y seguí durmiendo.
En la mañana me presento sus condiciones
para aceptar divorciarse: No
quería nada de mi, pero necesitaba un mes
antes de firmar el divorcio, me
pidió que en ese mes tratáramos de vivir
una vida lo mas normal posible.
Sus razones eran simples: nuestro hijo
tenia unos exámenes muy importantes
en este mes y no lo quería
mortificar con la noticia del matrimonio
frustrado de sus
padres.
Esto era algo en lo que yo también estaba de acuerdo.
Pero había mas, me
pidió que me acordara como la cargue el día de
nuestra boda.
Quería que cada día de este mes, la cargara de
nuestro cuarto hasta la
puerta de la casa....... pensé que se estaba
volviendo loca. Pero decidí
aceptar este raro requisito con tal de que
este mes pasara sin mas peleas o
malos momentos.
Le
platique a Heloisa de las condiciones que puso mi esposa......se río
bastante y pensó que era muy absurdo. Dijo en tono burlón: no importa
los
trucos que se invente, tiene que aceptar la realidad que se van
a
divorciar.
Desde que le exprese mis intenciones de
divorcio mi esposa y yo no
teníamos ningún contacto intimo. El primer
día que la cargue se me hizo un
poco difícil. Nuestro hijo nos vio y
aplaudió de felicidad al vernos y
dijo, papa me da gusto que quieras
mucho a mi mama. Sus palabras me
causaron un poco de dolor. Desde
nuestra habitación hasta la puerta de
enfrente camine como diez metros
con ella en mis brazos. Ella cerro sus
ojos y me dijo al oído que no le
dijera al niño del divorcio. Me sentí muy
incomodo, la baje y ella
camino a tomar el autobús para ir a trabajar. Yo
maneje solo a mi
trabajo.
El segundo día fue un poco mas fácil. Ella se recargo
ligeramente en mi
pecho. Podía oler la fragancia de su blusa. Me di
cuenta que desde hace
tiempo no le había puesto mucha atención a esta
mujer. Me di cuenta que ya
no era tan joven, había un poco de arrugas en
su cara, su pelo ya mostraba
canas. Ese era el precio de nuestro
matrimonio. Por un minuto me pregunte
que si yo era el responsable de
esto.
A el cuarto día, cuando la cargue. Sentí que regresaba un
poco de
intimidad. Esta era la mujer que me había dado diez años de su
vida.
El quinto y sexto día, me di cuenta que el sentimiento
crecía otra vez. No
le platique nada de esto a Heloisa. Conforme los
días pasaban se me hacia
mas fácil cargarla. Quizás el ejercicio de
hacerlo me estaba haciendo mas
fuerte.
Una mañana la vi
que estaba buscando un vestido para ponerse, pero no
encontraba nada que
le quedaba. Solo suspiro y dijo, todos mis vestidos me
quedan grandes.
Es ahí donde me di cuenta que por eso se me hacia muy fácil
cargarla.
Estaba perdiendo mucho peso, estaba muy pero muy delgada.
De
repente entendí la razon......estaba sumergida en tanto dolor y
amargura
en su corazón. Inconscientemente le toque la frente.
Nuestro
hijo entro en ese momento y dijo, Papa es tiempo que cargues a
mama. El
ver a su papa cargar a su mama todos los días se le había hecho
costumbre . Mi esposa le dio un fuerte abrazo. Yo mejor mire hacia otro
lado por temor a que esta conmovedora imagen me hiciera cambiar de
planes.
Entonces la cargue, y empecé a caminar hacia la puerta, su mano
acaricio mi
cuello, y yo la apreté fuerte con mis brazos, justo como el
día que nos
casamos.
cargue sentí que no me podía ni mover. Nuestro hijo ya se había ido a la
escuela. La abrace fuerte y le dije, nunca me di cuenta que a nuestra vida
le hacia falta algo así.
Me fui a trabajar.....salte fuera de mi auto sin poner llave a la puerta.
Temía que cualquier momento podría cambiar de opinion.....subi las
escaleras, Heloisa abrió la puerta y le dije, Lo siento mucho pero ya no me
voy a divorciar.
No podía creer lo que le estaba diciendo, hasta me toco la frente y me
pregunto si tenia fiebre. Quite su mano de mi frente y le dije de nuevo. Lo
siento Heloisa, ya no me voy a divorciar. Mi matrimonio era muy aburrido
porque ni ella ni yo supimos apreciar los pequeños detalles de nuestras
vidas. no porque ya no nos amáramos. Ahora me doy cuenta que cuando nos
casamos y la cargue por primera vez esa responsabilidad es mía hasta que la
muerte nos separe.
Heloisa en este momento salió del shock y me dio una fuerte bofetada, y
llorando cerro su puerta. Corriendo baje las escaleras y me fui de ahí.
Pare en una floreria, ordene un bonito ramo para mi esposa. La chica me
pregunto que le ponía a la tarjeta. Sonreí y escribí, " siempre te llevare
en mis brazos hasta que la muerte nos separe"
Esa noche cuando llegue a casa, con las flores en mis manos y una sonrisa
en mi cara, subi a nuestro cuarto........solo para encontrar a mi esposa en
su cama.....Muerta
Los pequeños detalles es lo que de verdad importa en una relación. No la
mansión, el carro, propiedades o dinero en el banco. Estos crean un falso
sentido de felicidad que no lo es todo.
Mejor encuentra tiempo para ser el amig@ de tu esposo o esposa, y tomense
todo el tiempo necesario con esos pequeños detalles que hacen la
diferencia.
Que tengas un feliz matrimonio
Si no compartes este correo nada te pasara. Pero si decides compartirlo,
quizás salves un matrimonio
Muchos de los fracasos en la vida le suceden a gente que no se da cuenta
lo cerca que estaban del éxito cuando se dieron por vencidos.
1 Corintios 13: 4-8
"El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es
jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se
irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la
verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El
amor nunca deja de ser.
Es mejor doblar rodillas, para mantenerse de pie!
“Al que cree, todo le es posible”
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