Traigo un recuerdo de muchos años atrás de la gente de mi pueblo:
Trabajaba en la oficina de Rancagua y me trasladan (después de varios años soñar con esta casa: Requinoa). Me apresuro y me voy al mercado a los colectivos. Es un día hermoso. Llego muy ilusionado y la primera persona que encuentro es una señora muy querida, sentada en la puerta de su casa, en un viejo sillón de mimbre, es curioso que esté en la mañana, la saludo con cariño: "Buenos días señora Aidita! tantos años que no la veía! como está la salud y su vida!
-"Aquí estamos... en el ocaso de la vida..." me parece tan realista, es la pura verdad y es exactamente lo que quería recordar.
Se
fueron los años, hicimos historia, nuestra propia película, una
familia, ya crecieron y partieron, empezamos dos; dos enamorados e
ilusionados pero quedamos solos, es verdad con nuevas personitas: los
nietos y la familia creció pero quedamos dos; caminando juntos hasta el
final....algunos serán varios años, en caso de otros menos pero todos vivimos lo mismo o muy semejante. Por eso hoy celebramos, pese al frío, la distancia, los problemas; sólo queremos reír y celebrar la vida.
César y Angélica, mientras siguen llegando los participantes. Serán momentos de abrazos, risas y muchos recuerdos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario