Rosa, una pionera en los años 50.
Nuestra madre, Rosa Villagrán Inostroza, nació en Angol un 12 de Junio.
Cumpliendo 18 años se movió a Santiago, a casa de su hermano mayor y su cuñada, quien la motivó a trabajar en Correos y Telégrafos de Chile. Una verdadera pionera en esos años, al trabajar fuera de casa.
Aprendió el lenguaje morse, y llegó a ser Jefa de Mensajeros. Trabajó de reemplazante en Malloa y Doñihue, haciendo amistades de por vida.
Más tarde, casada y con hijos, volvíamos continuamente a visitar a estas familias amigas, quienes la acogieron en estos pueblos encantadores.
En el año 1959 celebran su boda Rosa y Rafael Dueñas Sepúlveda. Años después nacimos sus hijos Rosy, Rafael y Santiago.
Nos
heredaron una buena educación, valores morales, gratos recuerdos de
nuestra infancia viajando al sur o a la playa cada verano,visitando
tíos, tías y primos en Santiago, amistades en Buin, Malloa y Chillán.
Nos entregaron lo mejor de ellos mismos siempre, de acuerdo a sus capacidades y conocimiento. Tuvieron un matrimonio estable por 54 años.
Nuestra madre Rosa fue una voluntaria incansable de las "Damas de Rojo" por 35 años. Y otros tantos años como voluntaria del "Hogar de Ancianos San José de Rancagua".
Siempre vi en ella su acción generosa. Siempre compartía sus conocimientos o una canasta de viveres, o su tiempo.
Muchas veces me encuentro actuando como ella a este respecto y me siento muy orgullosa de eso.
Ella
a menudo fue directa con sus palabras y opiniones, no siempre bien
recibidas. Lo que ha veces alejó a varios, pero quedaron quienes fueron sinceros en su amistad hacia ella.
Nuestra madre nos dejó un legado de servir a otros, hablar directo y determinación a lograr nuestras metas, entre otras cosas.
Nuestro padre, nos legó la serenidad y el buen humor, por seguro.
Aunque
ya han partido, su presencia está permanente en mí, en el cada dia.
Siempre agradecida de ambos por la formación y hogar estable que nos otorgaron.
¡Hasta siempre queridos padres!
Rosy
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