Cartel original que portaban los chiquillos para la sorpresa |
el
vuelo estaba chequeado.
Las
maletas embarcadas. Los últimos momentos para hacer el mini resumen
de la gran epopeya cumplida, muchos dias originales estaban
cumplidos, habian transcurridos muy bien. Reiterar las gracias por
todo, por tanto.
Gracias,
por cada una de las atenciones, por los programas desarrollados, por
descubrir las novedades atesoradas. Por cada lugar, con el grupo de
cursillistas, los del museo, del club de las flores, de los
familiares, de los cumpleaños Carmita y Avril, la playa, Cuenca,
Zamora, Loja, Guayaquil, Puerto López, Manta, San Jacinto y
Portoviejo y mucho más. Por las conversaciones hasta tarde,por el
tiempo compartido, por los sueños por venir, por los proyectos
futuros.
No
hay palabras para expresar tantas cosas en tan poco tiempo.
Y
nos vamos, contentos y embriagados de alegría de una hermosa
visita.Alexandra, Pepe y toda su familia aportaron para hacernos
sentir en casa.Todos y cada uno nos hizo sentir querido y regalado.
Y
partimos- el vuelo estaba completo.llegábamos a casa, por fin.
A
la hora señalada aterriza. Las maletas y salir a buscar el bus.
Pero,
aparece un cartel “caqui” y varias personas sonriendo: son mis
hermanos que vienen a abrazarnos: Glorín y Alfredín, Eduardo y
Soledad, Patricio y Fernanda, todos sonriendo con los brazos abiertos
queriendo, necesitando estrechar estos patiperros que regresan, con
un poco de penita por la partida de mamá pero con la alegría de
saber que está en la gloria definitiva.
La
sorpresa fue perfecta- se confabularon para seguir regalándonos.conversamos tanto de lo sucedido, teníamos un
calorcito rico a pesar que estaba frío y con llovizna.
Como
no alabar permanente al Señor por tantas maravillas que sin
merecerlo estamos constantemente recibiendo.
Gracias
por hacernos sentir de maravillas una vez más.
Y
como “de lo bueno poco” hasta aquí no más po.
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