¡CÓMO NOS CAMBIÓ LA VIDA! si parece que estamos viviendo en otra dimensión, desconocida y extraña. Ver noticias ya no es para informarse sino para enfermarse. No podemos asistir a nuestros encuentros, las escuelas de formación, las ultreyas, y otras actividades que nos hacían renovar y compartir. El grupo de amistad nos ayudaba a crecer y mantenernos. Es que la perseverancia es necesaria trabajarla día a día, como la conversión. En este cuarto día que nos toca saquemos provecho del encierro cultivando valores como la paciencia, esperanza, alegría, la fortaleza y la confianza siempre puesta en el Señor y los hermanos que lo aman. Comenzaron las de formación por internet, las ultreyas y también las Eucaristías, para los abrazos ya tendremos tiempo colorinos. En eso estamos ahora, que sea un buen tiempo de crecer y confiar en nuestro peregrinar hacia el Padre. |
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