Dos noticias: una buena y otra mala, escoja.

“le tenimos dos noticias: una buena y otra mala..-.”

Setiembre- el primero del mes es la fecha aniversario de la institución, pero también el mes de la Patria, de las Glorias del Ejército,las fondas, los volantines, las empanadas y la primavera.Festiva y promisoria fecha que “había que celebrar”. Y he allí en el hall de la oficina ya se encuentran los clientes más conspicuos de la sucursal y todo funcionando como reloj: la comisión cocina, mesón y “de pórtico”, impeques. A los brindis, alegres, festivos vienen el desfile de las primeras empanadas: variadas-pino, queso con un: ¡cuidado:están super calientes ! Otro brindis, un trozo de asado-otro trago, “oye están buenos los tragos: puro whisky-pásate otro canapé-excelente”.

Era la celebración perfecta :los empresarios compartiendo con sus aliados del banco para juntos hacer una mejor ciudad, una mejor región y por supuesto un mejor país- había transcurrido deliciosamente la fiesta aniversario, cuando hace su entrada “el chambelán Alfredo” y muy discreto llama al jefe de oficina que “chamuscado y eufórico" ríe a borbotones con la graciosa talla de don Gonzalo.

Perdóneme que le interrumpa don Pablo pero “le tenimos dos noticias: una buena y otra mala” ¿cual quiere primero?

“Chis iñol, deme primero la primera !pschhhh!!

-La buena es que llegaron tres botellas más de whisky y quedan hartos asados.

-Chis, buena, buena- celebra festivo- tómese otro trago iñor, aproveche, pschhhh!

Bueno, déjele decirle la mala.....”el chercán chocó el jeep del banco en el longitudinal y lo tienen preso los pacos porque andaba curado y se puso a discutir con la autoridad, quería puro mostrar la tiba”.

Fué un cambio del cielo a la tierra- de la gloria al abismo como diría el Pepe-

con un vaso en la mano, enojado y golpeando con su taco las enceradas baldosas hace su berrinche de historia el jefe:

-”puta, puta, puta.....”

allí capotó la más prometedora celebración de los últimos años que recuerdo y por la que tanto nos preparamos todos por tanto tiempo.

Todos enojados porque, como es tradición siempre en los viernes bancarios "la noche es joven, aún"