domingo, 2 de mayo de 2021

* MI HERMANA SE CAMBIA DE HOGAR (snif!)

 


 

La hermana se va de su casa.(sniff)

Tiempos complicados son los estamos viviendo. Pero como la vida continúa me ha tocado apreciar otra mirada en esta vida tan llenas de golpes y cototos. Y llegó el momento de mi vida, el doloroso momento de ir a dejar a mi familiar a una casa de reposo, es que no hay forma de seguir cuidándola con tres personas a cargo –dia y noche-. Por largo tiempo con gastos y problemas, siempre  teníamos como una posibilidad de dejarla en un hogar, siempre para más adelante. Las cosas cada vez más se fueron complicando, la deteriorada salud nos va dejando cada vez menos argumentos para que la gente pueda vivir en su propia casa, además todos los hermanos siempre tienen más de una excusa para hacerse un lado dejando siempre a una sola que lleve el peso. Habían recursos pero llegamos a disponer de muchas personas que la atendieran y cuidaran, pero de una manera u otra fuimos llegando a una inevitable decisión ya que el dinero se termina. Muchas lágrimas han quedado regadas en el camino entre hacer esto o lo otro y ayer la fuimos a despedir. Con el corazón destrozado, allí en un lugar desconocido con gente especial, diferente, el lugar que será el hogar de una viuda, relativamente joven, a instalarse -un tanto a la defensiva-“a ver ésta será su pieza, con alguien más; vamos descubriendo su aceptación, acostumbramiento, hasta que pueda decidir quedarse en dormitorio sola".La veo un tanto preocupada, casi distante y eso me araña mi corazón: ¡hay hermanita querida!.

Después de todos los trámites y ya instalada llega el triste momento de la despedida. Está en el comedor, es una mesa con seis personas del hogar, trato de no llorar, está tranquila y en compañía; talvez mis ojos acusan una humedad sospechosa pero me hago la fuerte y les sonrío, la señora de la cabecera adivinando la procesión interior me mira y comprendiendo todo mirando mi cara, me sonríe y me dice: “no se preocupe, vaya tranquila, yo la voy acompañar, apoyar y ayudar”. Una sonrisa que llegó del cielo. Me voy a casa un poquito más reconfortada, rogando al Altísimo que le guste, se acostumbre y acepte este tremendo cambio. Ay! Dios mío! y nadie sabe lo que le tocará en un futuro desconocido.

Una experiencia muy difícil. Espero que salga todo bien. Lo único que me queda es elevar una oración de aceptación, cariño y gratitud, por todo este buen tiempo que estuvimos juntas.

Te acompañamos Matilde en esta nueva historia.

1 comentario:

  1. Muy emotivo este relato me siento muy identificada y gracias por entregar esa paz al leer este .mensaje.

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