viernes, 3 de abril de 2020

-Sigamos con el S. Rosario y la esperanza




Viendo las noticias me llama la atención esta fábrica de Malasia que producen 200 millones de guantes. Desesperados claman que ¡no dan abasto!- signo de los tiempos.
En la India con tanta gente veo con pena que familias para hacer la cuarentena se van a vivir sobre un árbol.
De verdad siento un profundo dolor: este virus llega a todos los lugares que no habíamos pensado: hogar de ancianos, gente de edad de primera línea. La cárcel, hacinamiento. Gente que ha perdido la esperanza. La gente viviendo en pequeñas habitaciones donde apenas comparten un baño sin mínimas condiciones donde muchos son extranjeros. Agregamos nuestra oración por estos considerados los "más necesitados en el momento de aflicción".
Decía una autoridad muy ufano: "salgan, sigan haciendo su vida normal, los restaurantes y negocios los esperan, no podemos parar el comercio.."-  Bueno, por último yo les diré cuando salir- (se demoró muy poco cambiar de idea el presidente azteca).
En el movimiento seguimos rogando, pensando en los hermanos, recordando con aprecio el equipo de mujeres que solo a horas quedaron en la puerta de Los Lirios para vivir un nuevo cursillo. Mucho ánimo Francis y equipo: ¡confianza siempre! Roguemos juntos para que se lleve a realidad cuando el Señor-bondadoso nos regale una nueva oportunidad. 

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