sábado, 6 de mayo de 2017

-Me caso.....carajo!




Tras casi 4 años de salir con mi novia, decidimos que el próximo mes... ¡nos casamos!

La hermana de mi novia o futura cuñada es genial, simpática, bella, cariñosa y además muy sensual. Ella solita se ofreció a organizar toda la boda: iglesia, música, fotógrafo, banquete, flores, etc.
Hace poco me llamó y me pidió que fuera a su casa para revisar la lista de invitados y anular algunos de los de mi familia pues estaba superando nuestras previsiones. Cuando llegué, noté que estaba sola, revisamos la lista y la rebajamos justo por debajo de los ciento cincuenta invitados. Fue entonces cuando me dejó boquiabierto: Se quedó en ropa muy ligera y me dijo que siempre le había resultado un hombre muy atractivo, que dentro de un mes ya sería un hombre casado y que antes de que ello ocurriera, quería tener sexo salvaje conmigo.
Entonces se levantó, caminó sensualmente hacia el dormitorio y me susurró que yo sabía donde estaba la puerta de salida si lo que quería era marcharme.
Me quedé de pie, inmóvil, aproximadamente unos tres minutos y finalmente decidí que sabía perfectamente qué camino tomar.
Me dirigí corriendo a la puerta, salí a la calle y... ya afuera, estaba mi novia con toda la familia. Me esperaba su padre, el futuro suegro quien sonriente portaba una escopeta de dos cañones cargada. Creo recordar que me explicó que únicamente querían estar seguros de que su querida hija se casaba con el hombre adecuado, honesto, íntegro, etc. y se les ocurrió esta pequeña prueba que yo felizmente había superado con éxito.
Me tomó del hombro, y después me abrazó, me dio un cheque de 200.000 dólares sin yo poder reaccionar ni hablar aún, aturdido por las emociones.
Tremendo susto, menos mal que se me ocurrió ir a buscar un condón al auto, de lo contrario, no estaría contándolo.

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