La empleada del hogar, llorando, coge su maleta y se va a despedir de su patrona...
- ¿A dónde vas? -preguntó la señora.
- Me voy a mi pueblo, a morir cerca de los míos.
- Pero, ¿qué te pasa? ¿Por qué dices eso?
- Señora, usted misma dice que su marido es un gran médico y nunca se equivoca en sus diagnósticos...
- Y es verdad, él nunca se ha equivocado en un diagnóstico, pero… ¿qué tiene que ver eso contigo?
- Pues es que esta mañana, cuando le estaba poniendo el desayuno, el señor me apretó las nalgas y me dijo:
- ¡¡¡¡De esta noche no pasas...!!!
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