Don Chalvador “machtiqueme echta carta”
La traducción de esta instrucción era que llegaba una misiva de la gerencia inquiriendo alguna información específica y Salvador era "el preparado" para responderla no bien antes leerla, meditarla y contestarla. Ese era con precisión el “masticar la carta”.
Siempre noté que la respuesta contaba con una muletilla que no faltaba: “ por ello y según las precisas instrucciones emanada de la Carta Circular equis equis…..y considerando el telegrama de fecha” esa consistía en “la médula, alma y clave para constituir en una respuesta consistente, precisa y clara, no dejando duda alguna sobre la materia consultada. Claro, no se respondía de inmediato- había un tiempo de maceración y revisión.
Don Chalvador hacía muy bien su trabajo. Como masticar requería trabajo, cada línea era revisada, corregida y escrita- para no dejar duda alguna.
Ahora hago paralelo con los adelantos que alcanzamos a vivir: el teléfono, el télex, la fotocopía, escaneo de imágines, email, y más, desarollos que cambiaron para siempre la maravilla de preparar una carta y enviarla instantáneamente.
Hay cuatro cosas viejas que son buenas:
- Viejos amigos para conversar,
- Leña vieja para calentarse,
- Viejos vinos para beber y
- Viejos libros para leer.
Émile A. Faguet
http://chambeque.blogspot.cl/2015/12/nada-es-suficiente-historias-de-oficina.html,
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