viernes, 22 de agosto de 2014

* sewell a requinoa











Me recuerdo de un hogar cariñoso, de mucha alegría y tambien unidad, ambas características que a pesar de el tiempo trancurrido hemos intentado todos los que quedamos seguir manteniendo y aún acrecentando- de verdad como la plantita necesita del riego y amor cada día..

Tambien agregaría un hogar modesto, pequeño,viviendo siempre como simples allegados junto a la abuela materna que se sabía la jefa del clan,todo ello nos producía inevitablemente una mayor unidad entre los allegados. Talvez desde allí nos queda la frase que llama a la comicidad…”hágase pallasito”... Los tiempos eran muy difíciles tambien diferentes: no había cocina a gas, calefont, estufas, television, celular; pero éramos tremendamente felices con los braseros que tenían la particular gracia de reunirnos en torno al fogón, donde en cada oportunidad desfilaban las leyendas e historias que enriquecian nuestra mente e imaginación.





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