Para
que hablar de la “onda corta radial”, nos mostraba transmisiones
de lejanas tierras con su sutil, claro y a veces endemoniadas lenguas
que nos hacían empezar a entender el mundo, curiosidades que nunca
imaginé: muchas emisoras tenian sus programas en español así que
intentábamos viajar por el espacio y soñar- algo barato y tanto que
nos hace bien.
nos juntábamos con Esteban, el Jaime, el Tito, recorríamos- al atardecer- el mundo de sonidos que de lejos nos llegaban y con más entusiasmo que conocimientos soñábamos nuevos mundos que deberíamos un dia, descubrir.
Hoy la mayoría ni conoce este curioso mundo. Con mayor desarrollo la noticia nos llega del mismo lugar del suceso y vemos la imagen clara y sorprendente. Quedaron allí guardados los sueños y cariñosos recuerdos de la radio de ayer.
"Soñar no cuestana nada!"
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