miércoles, 7 de febrero de 2024

¡Increíble: la misma pared de mi niñez!

 

Es increíble. Es la misma desvencijada pared que conocí desde niño, paso obligado para ir a clases en Liceo Murialdo. Es como volver a recordar el mismo aire, la sombra de los árboles tan especial en verano y la mirada hacia el horizonte. Una vieja bodega y el cierre de la casa del doctor y posteriormente de los amigos Dan, Pato y Hugo.

Está renovada la acera, los árboles antiguos y aparece un ordenado césped.

La imagen es engañosa ya que no muestra el intricado movimiento vehicular de una día normal de labores; es domingo y la hora del calor. Nadie aparece, sin autos ni motos. Esta calle ahora es de una sola dirección: hacia el sur y aparece normalmente repleta de estacionamiento y vehículos- es una maravilla y curiosidad verla así.

Me evoca un millón de recuerdos, personas, juegos, carreras, caminatas que este Febrero quise retratar guardar y poder mostrar.

¿Sientes algo parecido? -Entonces cuéntanos! Es parte de toda nuestra historia en Requínoa.

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