Quien se quedó en el camino y se sintió desencantado habrá de hacer el doble trabajo. Cuando pierdo la ilusión, el camino se pone más rudo. Cuando me gustaría dejarme llevar plácidamente, dejarme arrastrar tranquilo y sin reacción. Pero la cuestión es luchar contra la corriente, teniendo pocos respiros. Hay grandes apoyos: los hermanos que a través del grupo de amistad te conocen y te quieren; es nuestro grupo de perseverancia y mantención para seguir en la lucha permanente, es perseverar.
Si no tienes tu grupo será más complicado. Intenta formarlo y verás la fortuna y seguros que te ayudarán. Aporta lo mejor de tí y juntos sí será posible.
Nuestro reconocimiento y oración por nuestro nuevo Secretariado Diocesano.
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