Nos encontramos nuevamente. Ya se adivina que termina el Invierno aunque el aire me imagina que es pura nieve.
-Que cuenta amigo, aparte de la familia y las novedades del movimiento.
-Casi nada, volvieron los jóvenes y su encuentro por allá por Osorno. Están super entusiasmados. Claro que todo no será posible asimilar de inmediato y como el mismo cursillo, será un tiempo de desarrollo y entendimiento. Todo ello con el tiempo y la perseverancia.
-Le cuento por mi parte que esta mañana me encontré en plena Alameda con un par de jóvenes que esperaban cruzar la calle. En ese momento me llamo la atención en uno de ellos, el estilo del corte de pelo semi rapado pero lo principal que en el cráneo tenía dibujada una moderna metralleta, de esas que tiran muchos impactos por segundos. De verdad lo miré bastante. Imaginando sus pensamientos que no serían muy parecidos a los mios que intentaba rezar en silencio mi Rosario diario.
-Ahora dígame paisa, ¡¿qué podemos esperar de estos otros jovencitos entusiastas que nos muestra el mundo?
Nos soprendemos de las celebraciones y balaceras que ocurren en nuestro querido país. Piense que en otro lugar un pais del Norte nos muestran en los colegios que los jóvenes disparan contra sus compañeros de curso.
¡que nos espera hermano?
Lo miro, no sé que agregar. Si está todo dicho.
Alguna vez dijeron que "ya no basta con rezar"
Y usted paisa, ¿que cree?
-No perdamos la esperanza. Confiemos. Sigamos unidos y en oración. Es lo único que hay que hacer.
Palabras sencillas. Será siempre nuestra mejor arma oran por ellos y nosotros.
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