Es
verano. Muchos nos encontramos para una tarde de campo. De varios
hermanos-lo mayores, quedan dos vivos- pero por un momento logramos aprisionar el
tiempo para guardar este recuerdo de alegría y compartir. La casa de los Azúa,
la gente posa ordenadamente quedándonos este regalo que queremos
entregar con alegría y recuerdos a la distancia:
tan sólo la vida.
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