* Guadalajara, Jalisco, México- EN VIAJE

“en viaje” ---------GUADALAJARA- MEXICO

Aquél día nos toco recorrer el centro de la ciudad de Guadalajara. 

Nuestra gentil anfitriona- Miriam- con su paciencia y cariño especial nos acompañó en este paseo en este enorme y hermoso país.

Es imponente la Catedral de Guadalajara. 

Hermosa, enorme; hacemos un recorrido general, dando las gracias por estar allí y me dispuse-como en todo esta salida a conocer nuevas maravillas- en silencio- hacer toma de imágines con mi cámara de videos. Una magnificencia, un barrido general por la nave central; observo como mi cónyuge y Miriam permanecen rezando al lado del altar bien lejos. Yo siempre he procurado grabar cuidándome las espaldas, especialmente en lugares desconocidos-cuando observo disimuladamente que alguien se está acercando. Por el rabillo del ojo veo que se está acercando muy rápido, demasiado. Detengo la grabación y disimuladamente empiezo a girar viendo que nadie más está allí. 

 

Era ella, una mujer de edad mediana, enérgica y decididamente me agarra de la polera y me zamarrea cual “chavo del ocho” mientras grita desaforadamente:

“¡Señor!, ¡usted ME TIENE que ayudar- tengo cinco hijos y no tienen que comer y usted debe darme inmediatamente dinero”......y continúa violentamente con su preparado discurso: “y si no me dá dinero, empezaré a gritar y me voy al piso diciendo que usted me golpeó y se quiso aprovechar de mí entonces vendrá la policía y le saldrá peor”- todo esto mientras sigue zamarreando al chavo que no atina a nada-” así que déme dinero ahora, sino la policiá me dará la razón a mí porque usted es extranjero”- mientras trato de mirar donde estás las mujeres que me acompañan para que vean que me están sacudiendo-

” entrégueme el dinero para alimentar a mis chamaquitos ahora!, tiene que ser ¡ahora!”

Termina el zarandeo, me mira recuperando el aire ante tañama perorata, esperando segura lo pedido.

Yo, con una cara de “distraído mayor” la miro y (en un segundo INCREÍBLE se me ocurre la salvación) le digo con cara de despistado total:

“no entiendou”!, “ mi no comprendi”.

Me empuja con mohín y desdén levantando la mano como diciendo....”ándate, me toco un gringo tonto----trabajo perdido".

respirando ante tamaña aventura voy corriendo a contarles la tallita que me ocurrió en esta hermosa Catedral y ellas sorprendidas reccionan: pero Quico, cómo se te ocurrió decir éso en el momento justo”

-no lo sé, una lucecita me alumbró de repente-pero de veras fué tan efectivo

Jamás de verdad voy a olvidar esta mañana en el templo de Guadalaja de esta ciudad tapatía. !Viva México!