"Chitas, kike morande, estuvo brava la cosa"
después de iniciar una reunión general en Termas de Cauquenes, se le dá
el vamos al "Nuevo Seminario" con una novedad espectacular: habla el
Jefe máximo y otorga extraordinarios 10 minutos extras para que el
personal presente y por una concesión especial y sin problemas le digan
cara a cara lo que estimen, quieran, o alguna dificultad, problemas o
dudas (esta vez sin censura alguna).
Yo creo que todos teníamos algo que decir, pensé en exponer mis quejas: relacionadas con el trato, el tranbajo el....lo pensé...pero, callé ya que se
avecinaba un verdadero vendaval ya que fueron tan violentas las
exposiciones de mis colegas de uno, dos, tres.....que mejor me quedé
callado. Le dieron tan duro que no se atrevía hablar. Quedó sólo
adelante, parecía Toribio el ´náufrago, hundiéndose con una cara de
tristeza no entendiendo lo que sucedía. Nadie estaba preparado y lo que
sugería una buena idea fué una completa y descarnada catarsis.
Suma y sigue: ya en
la noche, en la cena, nadie se sentó junto a él, Lo ví destruido,
triste. Me paré de mi lugar y lo fuí a acompañarlo (me decían el cura y
tenía que hacer algo diferente...pese a todo).
Está ahí derrotado, me agradece con
una especie de sonrisa que... no lo deje solo. Deprimido, triste intenta
que yo explique que pasó, porqué tanta gente descontenta, que opine de
este embrollo, si estaba todo tan bien organizado y era una nueva estrategia...:
Muy simple Sr, Cabeza, quería la verdad, bueno, la
escuchó; usted les dió permiso, y ellos solamente aprovecharon el minuto
de confianza.
Aún veo los rostros de mis colegas en el comedor de las Termas.