Cuando
nos enteramos que mi padre podía morir, me dije de inmediato que
haríamos todo, hasta lo imposible para colaborar a mejorarlo entre todos; tenía mi pequeño departamento y pensé venderlo. Pero el
diagnóstico lo tenía adelantado y en ese corto espacio se aventuró a
recorrer el pueblo y conversar con los conocidos y amigos. El recado era
muy simple: "perdón, disculpen, si alguna vez ofendí, hablé mal, no
respeté, o hice daño a alguien". Todos decían que los sorprendían con esta
curiosa petición:
"es que me voy a operar y nunca se sabe"- pero de
qué? si se puede saber.....
-de vesícula. Ah! pero ahora es una
intervención sencilla. Pero no se preocupe y vaya tranquilo. Lo perdono
si es que alguna vez me ofendió.
Y
eso es lo que me quedó para recordarlo en este día: su valentía, cara a
cara disculparse, entre conocidos, familia y amigos. Bueno en su casa
nadie sabía tal confesión, que tiempo más adelante lo
entenderían....Ahhh! por eso se despedía con premura "sólo le quedaban tres meses de vida".
Recuerdo que me incentivó el humor, la fotografía. Recuerdo cuando en la vereda estaba mi abuelita Rosa y alguien la saludaba cortesmente: "buenas dias Sra Rosita. ¡Buenos dias caballero! y preguntaba ..quien era el señor....su hijo señora Rosa- Ahh! esta mierda!. También la lectura que prodigaba con interés y afecto: recuerdo muchos libros empezando por Corazón de Edmundo de Amici y tantos más. Me involucró en sus proyectos la Cooperativa de Viviendas, yo le pagué apoyando que viviera su cursillo de cristiandad que yo ya había hecho, ambos fuimos dirigentes activos en varios encuentros lo que fué una experiencia inigualable y novedosa de preparar los rollos con simpleza, ternura y risas. A mis hermanos con los bomberos, a su hija con la salud, con cariños y afectos. Era "barrero" con sus hijos, muchas veces lo felicitaron por sus hijos entusiastas, empeñosos; era su manera de ser feliz.
yo
lo admiré por ello y muchas cosas más y me decía....¡cómo puede haber alguien que sepa
tanto de todo! que sea tan alegre, contar tantas cosas, de todos los
temas, a todo el mundo! recuerdo revisando sus libretas encontré esta
frase, la busqué y me encontré con que pertenecía a Amado Nervo, nunca lo imaginé, hoy lo quiero recordar por eso y mucho más, fíjensen en estas palabras especiales-me llenaron de ternura- lo justo para este recuerdo de nuestro padre especial:
Siempre que haya un hueco en tu vida llénalo de amor.
Adolescente, joven, viejo: siempre que haya un hueco en tu vida llénalo de amor.
En cuanto sepas que tienes delante de ti un tiempo baldío, ve a buscar el amor.
No pienses: “sufriré”.
No pienses: “me engañarán”.
No pienses: “dudaré”.
Ve, simplemente, diáfanamente, regocijadamente, en busca del amor.
¿Qué índole de amor? No importa: todo amor esta lleno de excelencia y de nobleza.
Ama como puedas, ama a quien puedas, ama todo lo que puedas... pero ama siempre.
No te preocupes de la finalidad de tu amor.
El amor lleva en sí mismo su finalidad.
No te juzgues incompleto porque no se responden a tus ternuras: el amor lleva en si su propia plenitud.
Siempre que haya un hueco en tu vida, llénalo de amor
Feliz día padre querido,
tus hijos