El jolgorio iba pues en aumento, al celebrar el encuentro en el descanso del trabajo (si lo estoy viendo a ....) -¡Ya pues! on Hernán, le pedimos encarecidamente- de acuerdo a instrucciones emanadas de la superioridad- para "el minuto de confianza, siguiendo la tradición y la confianza "siendo el corte esperado a la fiesta y que tiene que dar la respuesta :
-"Ya
webones, cumplimos con el clamor del pueblo pero debéis procurar ser
respetuosos" responde con su acostumbrado acento andaluz;
-y ahora sí que lo estoy viendo, el inolvidable flaco Alvarez subiendo presuroso a los hombros del entregado y humilde jefe , agarrándose de las orejas mientras alegre va chicoteándolo en la espalda con una correa mientras imita un violento galopear:
"arre! arre! así me gustan a mi correr en los caballos percherones" -ante la risión generalizada de los asistentes al evento.
Dos
figuras inolvidables. Hoy no están con nosotros pero nos dejaron el
recuerdo, la alegría de un tiempo hermoso de nuestro trabajo en el
querido banco que nunca más volverá. Gracias por la sonrisa coleguitas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario