sábado, 1 de octubre de 2022

Mis libros de OCTUBRE

 

 Carga de O'Higgins en la fase final de la Batalla de Rancagua, óleo de Pedro Subercaseaux.

474.- "Jorge Negrete vuelve a Chile"/Embajada de México,Biblioteca Archivos y Museos

475.- "Como agua para chocolate"/ Laura Esquivel/ Mitos bolsillos

476.- "La rueda de la vida" Elizabeth Kübler-Ross/ Byblos

477.- "Rancagua en la historia"/ Héctor González Valenzuela.

 "Al amanecer el primero de octubre de 1814, terminó una noche de tensa espera en el pueblo de Rancagua, o Villla de Santa Cruz de Triana, como la había bautizado el Gobernador hispano del Reino de Chile, don José Antonio Manso de Velasco. Un natural temor mantenía despiertos a los habitantes,  en especial mujeres, niños y ancianos, que permanecían en el interior de sus casas, apenas iluminadas por la débil llama de una vela.

Bernardo O’Higgins, que comandaba la Primera División del naciente Ejército patriota, había comenzado, diez días antes, los preparativos para la defensa del pueblo, si las fuerzas realistas, que venían desde el sur, llegaban a cruzar el río Cachapoal y trataran de atacar  Rancagua. Se trabajó arduamente en la construcción de trincheras en las esquinas de las cuatro calles que salían desde la Plaza, a una cuadra de distancia del centro de la misma. Las fuerzas fueron distribuidas tras esos cuatro improvisados baluartes, como así  mismo los cañones, los caballos y las tropas de reservas. Expertos tiradores, con sus fusiles subieron a los tejados de las casas que rodeaban la plaza.

Se suponía que el caudal de agua dificultaría el posible avance realista. Pero en aquel amanecer del día primero, se comprobó, con consternación, que Osorio había atravesado, vadeando el Cachapoal, sin grandes dificultades y que el ataque contra la villa era inminente. La historia es conocida por todos los chilenos. Se desencadenó una sangrienta batalla, que dejó muchos cientos de muertos y heridos. Las tropas patriotas fueron diezmadas por la gran superioridad de los atacantes. Increíbles escenas de valor  y de arrojo, se sucedieron  en los días de combate.

El hecho fue calificado como un desastre. Pero, ese descalabro fue decisivo para que todos los que  anhelaban la independencia de la Patria, acrecentaran en sus mentes y corazones la decisión de seguir luchando hasta alcanzar la meta libertaria. Poco después de dos años, el Ejército Libertador cruzó los macizos andinos, O’Higgins arrolló a los realistas en Chacabuco y dos meses más tarde, las fuerzas patriotas triunfaban en Maipú.

Para que llegara la Independencia de Chile, fue necesario el sacrificio y el dolor de Rancagua, que se transformó en el símbolo del renacimiento de la Patria desde las cenizas. Fue necesario el Dolor, para que brillara la Gloria".

HÉCTOR GONZÁLEZ V.

 



No hay comentarios:

Publicar un comentario