Una palabra:¡Disfruta! porque reímos, rezamos, compartimos, aprendemos. Nuevos amigos y un montón de "locos soñadores". Aparte de mis hermanos del Secretariado Nacional, tengo y quiero agregar a Renato de San Bernardo, Patricio de Rancagua, Lela y Pato de Talca, Milton de Linares y Víctor de Chillán quienes llegaron entusiastas junto a sus equipos a este Encuentro décimo.
Gracias por esta posibilidad de vernos, saludarnos y conocernos. En mi balance personal intenté, anoté a mis hermanos de Rancagua-a quienes más conozco y que lograron llegar a este magno y hermoso encuentro:
El "Seba" nos recordará siempre que "nunca debo quedarme dormido", estar atento, siempre dispuesto recordando imaginariamente el "tilín" de atención, ojo, pestaña y ceja en la vida en este cuarto día.
El "Pato" un superman, nuestro presidente diocesano- dedicado, entregado, solito diseñó, programó, recortó y nos regaló una carpeta de trabajo novedosa, consiguió equipos, voluntades y oraciones (me extraña pero parece que duerme muy poco) está siempre "vigilante" y espectante, dando su tiempo, servicio y...dinero,
El Padre Pancho ("ancho" dice siempre él) cercano, sencillo, amable-siempre saluda fuerte.....¿y.....como estamos! me enseña que siempre hay que servir. Aquí no hay jubilaciones sino entrega. Aún con "la tía betty"...sigue adelante...."adonde me invitan voy", está gratamente sorprendido con su "parroquia virtual" que por el virus desarrolló abriendo al mundo a Jesús en la Eucaristía,
Luis, serio y reposado, nos regaló el tema tremendamente actual relacionado con las redes sociales. Nos cambiaron la vida. Igual hay que entenderlas, manejarlas y aprovecharlas con cuidado. No todo lo que se publica es verdad......ojo siempre!, con el criterio evangélico debemos saber discernir y "separar la paja del trigo".
"el viejito del acordeón" (y aquí no constituye grado) intentó mostrar que en movimiento de cursillos es posible disfrutar con el encuentro cara a cara, celebrar un hito de tiempo y agregar que aquí usted no se jubila sino que "vive el júbilo"- reiterando que-esto que vivimos es único e increíble hoy-aquí . Junto con el Padre Francisco hacían 160 años imaginé que podían haber asistido seis jóvenes en vez de dos servidores pero no los pudimos encontrar.
Gracias al Padre por encontrarnos con tantos entusiastas. Con los perseverantes: nuevos, antiguos, chicos y experimentados. Nos hicieron sentir agradecidos, bendecidos y felices. Que todo eso se replique en nuestros hermanos de la retaguardia orante, en nuestros hermanos que recordamos, los enfermos, los pacientes y los alejados. Fué una emocionante y productiva actividad y mucho, mucho más, ahora sus frutos dependen de ti, de nosotros, de todos."¡ánimo.....que se note!"-caminemos todos juntos.
¡de colores hermanos!