Arturo Quirós Lépiz
Cuando vayan mal las cosas como a veces suelen ir. Cuando tenga tu camino
solo cuestas que subir.
Cuando haya poco haber pero mucho que pagar y precise sonreir aún teniendo que llorar.
Cuando ya el dolor te agobie y no puedas sufrir, descansar acaso debas pero nunca desistir.
Tras la sombra de la duda ya planteada y sombría puede bien surgir el triunfo no
el fracaso que temías.
Y no es dable a tu ignorancia figurarse tan cercano, puede estar el bien que
anhelas y que juzgas tan lejano.
Anónimo
Muchas veces pensamos que la solución de nuestros problemas está lejano, aparte,
inalcanzable;
Sin darnos cuenta que la solución está tan cerca como un pensamiento dirigido
a tu amigo y creador.
Tan cerca como levantar tus ojos al cielo, pues aquellos ojos que aunque
llenos de lágrimas y dolor, se eleven al cielo con un deseo firme y sincero
de creer en que su Dios les puede ayudar, serán como dos luces destellantes
visibles desde lo alto del firmamento, donde sin pernsarlo dos veces Jesús
atenderá a tu llamado.
No esperes ni dudes mas, busca la solución en lo alto del cielo, cierra tus ojos y habla
con Jesús quien no precisa de palabras elegantes, sino sinceras, quien no desea
una oración larga o corta, sino una que salga del corazón.
Cuando las cosas vayan mal
¡¡ No dejes pasar esta oportunidad. !!
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