De PUERTO
RICO UNA DE LAS COSAS QUE RECUERDO...
Voy miranda
por la ventanilla del avión y me sorprende la pequeña isla del encanto. El mar
tan grande y la isla tan pequeña. Vienen los avisos del aterrizaje y uno se le
aprieta el estómago mientras se realizan los últimos corcoveos de esta máquina
aérea. La verdad es que mi primer viaje aéreo y vamos en pos del Jaime Contreras, Albita, Ernesto y un montón de viejo y nuevos amigos en estas hermosas tierras.
Comienzan unos encendidos y alegres aplausos, la gente muy entusiasta
llegando por fin a destino. Después al recorrer la playa y observar el intenso
e incesante movimiento de las salidas de aviones unos tras otros con dos
minutos de diferencia-es la entrada de los estudiantes en el Norte, ya-
comprendo el porqué de tanto aplausos, la pista aérea es totalmente insuficiente
para despegar y aterrizar –la distancia es minúscula, es mínima…….y al borde del mar casi, es que
los pilotos le logran achuntar y no caernos al agua es de verdad una maravilla
digna de ¡todos los aplausos!
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