- era la ciudad de las escalas a 2400 y tantos metros sobre el nivel del mar y todas las calles eran las escalas. Una novedosa experiencia de vida: en la vida hay que trabajar duro, con escalas por doquier todo se pone cuesta arriba y todo cuesta, trabajar y ganar con esfuerzo siempre, así nada en la vida se me dio por regalado, había que subir con dificultad pero también teníamos bajadas para el descanso, como la vida misma. Mucho que aprender como a todos nos sucedió.
Hoy la pena es dura: cada día somos menos los sewelinos en la historia actual. Muchos, la gran mayoría de luchadores, traspasaron la montaña y hoy guardamos en la memoria.
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