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Hemos vivido muchos cambios en todos estos largos pero también cortos años. Conocí. con muchos de ustedes- los tarjetones de cálculos de intereses ahorros las rojas y las verdes, las máquinas de sumar que había que bajar una palanca con fuerzas para hacer “ñeque”, las calculadoras (primeras) llamadas molinillos que me sugerían un ábaco metálico de otra serie...increíbles!. Las antiguas máquinas Bourroughs de cobranzas o cuentas corrientes, las National, Friden, los teléfonos de manivela y tantas máquinas que nos aportaban ayuda, apoyo, rapidez; todas ellas en la historia.

Los registros de ahorro, el cálculo de las “uras”, los balances y las capitalizaciones de los beneficios.

Las maquina des escribir como la Underwood,

Los tarjetones de contabilidad del Mayor, de Ahorros, de Materiales, de....todo lo que hay en estas dependencias...

La sábana del diario mayor que guardaba la contabilidad diaria de la empresa. Los derechos y obligaciones, las cuentas de orden, de resultado…activos y pasivos.

Allí uno aprendía algo más de la vida: como la moneda, que tiene dos caras, como los traspasos que tienen la partida doble.

Además algo importante como tremendo valor del ahorro: guardar algo de lo que uno gana, para el mañana que siempre es incierto.

El respeto, el cariño, el orgullo. La camiseta, el trabajo de equipo, la frese esculpida millones de veces “la gran familia bancaria”

También como ha variado “la actitud”. Para conversar o plantear una solicitud a un Jefe, muy difícil. Hablar con el Agente; francamente imposible, prácticamente había que "solicitar entrevista" para que te atendiera.

Igual guardo profundo cariño por ellos, supieron impregnar la constancia, seriedad y tesón para hacer de esta empresa lo que es. 

Seguiremos haciendo muchos recuerdos e historias. Por supuesto que faltas tú con tu comentario, aporte y alegría en estos momentos que vivimos EL JÚBILO. Abrazos!!!    este "Chirimoyo".....lo hizo otra vez!

Enrique