La caleta de Pichicuy un martes cualquiera. Una verdadera piscina. se come marisco y se compran grandes pescados. La tranquilidad de la caleta nos agrada, el baño de mar mucho más, allí diviso claramente en la cresta de la ola (imaginaria) a los valientes bañistas que disfrutan de este mar pacífico. Nos acompaña un arbol con sus ojos inmensos grabando todo. Angelina-Los Molles 2017 |
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