lunes, 23 de enero de 2017

*-Abuelo mío ....lindo!




Los que los tienen lejos, deberían procurarse uno (siempre hay buena gente disponible)… Finalmente y para que sepan los desconfiados, los abuelos nunca mueren, solo se hacen invisibles. No dejes que tu hijo(a) deje de compartir con su abuelo(a). Siempre te lo agradecerá… Ellos, lamentablemente, según la ley de la vida, tienen la partida más cerca. Ámalos y dales todo el amor, cariño y ternura que puedas mientras tengan vida. De ti depende. Gracias a Dios… Hablando de abuelos, ¿cómo serían los abuelos de Jesús: San Joaquín y Santa Ana?... La respuesta es sencilla. Podemos observar al nieto y su comportamiento, para con las cosas de Dios y en la sociedad. Estando, por tanto, en condiciones de asegurar, que fueron unos abuelos espectaculares, por el testimonio de vida de su nieto… Definitivamente, los años pasan sin darnos cuenta de ello. Cuando menos lo pensamos, pasamos a ser abuelos, que dicho sea de paso, es una bendición que Dios nos otorga, porque permite hacernos como niños… ¿Cómo son los padres, vistos con los ojos de los hijos? Aburridos, nunca tienen tiempo, militares que se olvidan que no son una tropa sino sus hijitos y muchas otras posturas negativas que el paso de los años va mejorando, como al buen licor con su añejamiento… Si los padres entendieran que su misión es la educar en valores a sus hijos, para que ellos crezcan en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres (Cf. Lucas 2, 52), tal y como lo hizo Jesús de Nazaret, viviríamos en un mundo mejor…

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