Por Sergio Bustos, El Mercurio.
Localidad es la única real de la historieta cómica creada por “Pepo” en 1949:
Municipio de Río Claro levantará más
estatuas de los personajes y cambiará la señalética de sus calles para
caracterizar aun más el poblado.
A siete meses de la puesta en marcha del
proyecto “La Ruta de Condorito”, el pequeño pueblo de Cumpeo, ubicado a
50 kilómetros al norte de Talca, en la Región del Maule, ha
experimentado una notoria transformación en sus calles. La curiosidad
empuja hasta allí a una creciente cantidad de visitantes que buscan
conocer la zona inspiradora de miles de aventuras de los personajes
creados en 1949, por René Ríos Boettiger, conocido en Hispanoamérica
como Pepo.
Desde el ingreso por avenida Ursicinio
Opazo, la vía principal de Cumpeo, y donde se ubica una decena comercios
familiares, el turista encontrará diversas locaciones que animan la
historieta Condorito, como la “Farmacia Sin Remedio”, la pizzería “Don
Giusseppe”, y el gimnasio “Cortisona”, “Yayita Vestuario” y “la casa de
Washington”, donde, en tono humorístico, sus dueños anuncian que hay
comida para mascotas, incluidas jirafas y cocodrilos.
Según estimaciones de la oficina de
turismo municipal, unos 3.500 turistas visitaron Cumpeo entre enero y
marzo. Todos se fotografiaron junto a la estatua de Condorito que adorna
la plaza de armas. Ante la acogida del público, la municipalidad
gestiona con privados el financiamiento de las estatuas de los
personajes “Garganta de Lata”, “Don Chuma” y el perro “Washington”.
Próximamente licitará la nueva señalética de las calles, la cual
incluirá a los personajes de la revista.
“Desde que nos integramos al proyecto,
acá se vendió un 40% más comparado a años anteriores. La gente se lleva
tazones, boleras, llaveros, cerámicas, gorros, todo lo que tenga que ver
con Condorito, asevera Abelina Muñoz, dueña del bazar, librería y
gimnasio “Cortisona”.
“Progresivamente Cumpeo está cambiando.
Antes del proyecto, los turistas no venían, pero este verano llegó mucha
gente”, afirma el alcalde, Claudio Guajardo.
“Siempre leí Condorito y claro que me
acuerdo de Cumpeo, pero nunca imaginé que existía de verdad, es algo
divertido y distinto”, dice la turista argentina Margarita Canales (56),
luego de almorzar con su familia en “El Pollo Farsante”.
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