una verdadera historia cuando logramos cumplir otro sueño en Dineyworld -1996 |
En
esos años las estaciones eran muy marcadas, allí descubrimos el
frio del invierno, en la mañana las congeladas cañerías no
entregaban el elemental líquido, pero habia que funcionar de
todas formas; con papel de diario encendido se calentaban los tubos
que llevaban el agua.
Para
lo mejor de nuestra existencia y de lo cual debería dedicar más de
un capítulo era el tema de la alegría, cultivada por mi padre
Enrique en toda su magnificiencia y oportunidad.no había reunión,
encuentro, fiesta o celebración que no se escuchara:
"ya pos Enrique, cuente la de mi comadre y la tienda el globo, la del casamiento en el campo y los asados escondidos, la fiesta de la Eliana y los innumerables invitados a quienes mantenían con vino arreglado y los pollos estaban para los invitados top en la cocina: la del tipo que se agarraba a combos con el primero que encontraba pero que en medio de la golpiza reclamaba: "no hay nadie que defienda aquí" o la narración del torero, un español vecino que diariamente iba a buscar la leche al fundo cercano pero un día le salió el toro a corretearlo en el camino, la del pollo en la mesa, los primores de la temporada: la sandía, los melones, los duraznos...y tantas otras"--, . Sabrosas historias que acompañaban la mesa diaria junto al pan de cada día y la vida misma....simplemente.
Nos quedó el recuerdo de aquellos años y en cada oportunidad esbozamos la sonrisa y el cariño que guarda la mente y el espíritu. Teníamos tan pocas cosas materiales pero nos sobraba sin duda ternura, cariño, respeto y aprecio. Todo en una sola palabra: inolvidable!
"ya pos Enrique, cuente la de mi comadre y la tienda el globo, la del casamiento en el campo y los asados escondidos, la fiesta de la Eliana y los innumerables invitados a quienes mantenían con vino arreglado y los pollos estaban para los invitados top en la cocina: la del tipo que se agarraba a combos con el primero que encontraba pero que en medio de la golpiza reclamaba: "no hay nadie que defienda aquí" o la narración del torero, un español vecino que diariamente iba a buscar la leche al fundo cercano pero un día le salió el toro a corretearlo en el camino, la del pollo en la mesa, los primores de la temporada: la sandía, los melones, los duraznos...y tantas otras"--, . Sabrosas historias que acompañaban la mesa diaria junto al pan de cada día y la vida misma....simplemente.
Nos quedó el recuerdo de aquellos años y en cada oportunidad esbozamos la sonrisa y el cariño que guarda la mente y el espíritu. Teníamos tan pocas cosas materiales pero nos sobraba sin duda ternura, cariño, respeto y aprecio. Todo en una sola palabra: inolvidable!
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