viernes, 17 de octubre de 2014

-* varias para alimentar el alma REQUINOA

una verdadera historia cuando logramos cumplir otro sueño en Dineyworld -1996



En esos años las estaciones eran muy marcadas, allí descubrimos el frio del invierno, en la mañana las congeladas cañerías no entregaban el elemental líquido, pero habia que funcionar de todas formas; con papel de diario encendido se calentaban los tubos que llevaban el agua.
Para lo mejor de nuestra existencia y de lo cual debería dedicar más de un capítulo era el tema de la alegría, cultivada por mi padre Enrique en toda su magnificiencia y oportunidad.no había reunión, encuentro, fiesta o celebración que no se escuchara: 
"ya pos Enrique, cuente la de mi comadre y la tienda el globo, la del casamiento en el campo y los asados escondidos, la fiesta de la Eliana y los innumerables invitados a quienes mantenían con vino arreglado y los pollos estaban para los invitados top en la cocina: la del tipo que se agarraba a combos con el primero que encontraba pero que en medio de la golpiza reclamaba: "no hay nadie que defienda aquí" o la narración del torero, un español vecino que diariamente iba a buscar la leche al fundo cercano pero un día le salió el toro a corretearlo en el camino, la del pollo en la mesa, los primores de la temporada: la sandía, los melones, los duraznos...y  tantas otras"--, . Sabrosas historias que acompañaban la mesa diaria junto al pan de cada día  y la vida misma....simplemente.

Nos quedó el recuerdo de aquellos años y en cada oportunidad esbozamos la sonrisa y el cariño que guarda la mente y el espíritu. Teníamos tan pocas cosas materiales pero nos sobraba sin duda ternura, cariño, respeto y aprecio. Todo en una sola palabra: inolvidable!  

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