bueno-
querido Nelson, los Boldos me traen los gratos momentos de la niñez,
cuando recorríamos el cerro viviendo miles y soprendentes aventuras,
de la linda alameda del camino al cerro, el canal con el hermoso
balneario propio, el camino de La Virgen, “el tún”, la vista
aérea de los potreros y caminos, el canto de los pájaros, los
sabores inconfundibles: brevas, ciruela negra, sandías, el causeo de
queso fresco y tomates,los huevos fritos; las ovejas corriendo al cerro y volviendo al
descanso. El partido de la tarde en la cancha del cerro, desigual
nivel que enardecía los ímpetus deportivos.Las fogatas al anochecer
contando las historias de terror mientras se divisaban
fantasmagóricas escenas con el fuego.La vieja victrola con los pesados discos 78 de mexicanos y otros que alegraban con oh cielos música moderna.
Cómo no recordar al "Peiro, el
Guillermito, Bichito, la Chumena";
capítulo
aparte los viajes en bicicletas; en carretela con el caballo-el
Marcial sonriendo------- y los tios haciendo la parada clásica para un tinto y
“un agua” para nosotros. El azote del resto del vaso en la tierra
y sacar el pañuelo del bolsillo trasero del pantalón para
aprovechar de hechar la talla del momento.
Mis recuerdos guardan
mucho regocijo amén de la sencillez de cada uno de ellos que ya
partieron, la alegría, la mirada ladina y la sonrisa, quizás sin
ápice de maldad, de verdad un aliciente para el espíritu para nuestros tiempos. El
trabajo diario barrer el interminable patio cada día, juntar agua
para lavandería con las infaltables paletas de tuna, ir a buscar
leña al cerro, salir de compras, o comprar con el auto de Abel
Moyano que llegaba “de la ciudad” y la clásica frase “a pucha
la embarramos”
imposible
olvidar la piedra que aclaraba el agua, gota a gota y nos regalaba
una agua trasparente, fresca y sabrosa. El buen pan amasado, la tortilla de rescoldo. Las
visitas de los domingos que muchas veces “nos caían gordo”. La
celebración del año nuevo todos juntos, sin luz eléctrica
acompañados de las velas (romáticas e inolvidables), los pollos cocidos y el clery infaltable. Muchos
niños chicos, una verdadera “parvada”. Para que agregar la
famosa “cueva del indio” que nos sugería mil aventuras con sus
paredes de tierra sapolio.El "Lusitania" y los héroes deportivos.
Todos
los familiares dentro de su sencillez, decoro,modestia y humildad nos
dieron ansias de grandeza espiritual, muy apegados al Señor. La
celebración de la misa era una fiesta-como siempre debe ser. La
llegada de las misiones otro hermoso capítulo de unión y
oración.vimos la recogidas de los diezmos, la celebración de los
sacramentos, con el bisabuelo “como madrina”....(de ripley)
linda
gente familiar, de trabajo y esfuerzo que hoy atesoro como algo muy
hermoso y que indudablemente “nos marcó indeleblemente”para siempre con sus valores e historias.
Por
todo ello y por mucho más, gracias Nelson por compartir tu increíble
mundo mágico e inolvidable.La vida por todo ello, valió la pena.
Felicidades.
Buen
aniversario
los
caquis
LUNES
04 MARZO 2013
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