sábado, 28 de abril de 2012

24 JUNIO- SAN JUAN (NAVARRETE DE REQUINOA)


Era ciertamente el más entusiasta en celebrar su propio onomástico y lo organizaba con anticipación con el comestible y bebestible de manera que nada faltara “que no se note pobrezas”.
Era el día de San Juan y al interior del casino se veían las mesas bien pertrechas: el pisco sour, el champagne y arreglado, los petite bouche y demases.
Trajinaba la mañana de manera que todo resultara perfecto y San Juan es “sólo una vez al año” y al celebrarlo quería unir a los colegas y también agradecer.

En la oficina, a la hora 12 del día, llegaba invariablemente a hacer el depósito diario a la cuenta del Registro Civil, la Señora Sylvia- la oficial civil,quien hacía las veces de notario en la localidad. Intespestivamente mientras hacía la fila en la caja, se le acerca Juan- el Jefe Administrativo y le solicita que la acompañe, hay un pequeño problema que es fácil de subsanar de inmediato. Muy extrañada parte la Oficial Civil y acompañando descubre una mesa preparada con bocadillos variados y vasos y líquidos diversos, le anticipa que está celebrando su día onomástico y le agradece que lo acompañe en tan especial ocasión y ofreciéndole una copa le dice:

-Salud señora Sylvia, siempre quise tomarme un trago ante notario- gracias y... ¡ al seco !

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