Oye, te vino a saludar el flaco Alvarez.
Chitas, yo justo en feriado legal, no tuve la oportunidad de verle, pero cuenta como esta el mentado flaco….que tanto buenos recuerdos nos trae de la oficina de nuestra juventud.
--Así mas o menos, estuvo hospitalizado varios dias acá en la Futsat, y se ve bastante desmejorado y mas flaco aún de lo corriente.
¿Cómo....más flaco? como si dijera que aquello era imposible!
¿Cómo....más flaco? como si dijera que aquello era imposible!
Quedé con su imagen, muy trabajador, con un cigarrillo en los dedos, con el otro a punto de encender. Jovial, alegre, cómico, colaborador-como cuando en el recinto caja tenia el suelo lleno de billetes y el me dice “no se preocupe compadrito, yo empiezo a revisar y contar usted siga atendiendo tranquilo no más, hasta que me dice “estamos pelo” ¡muy bien!.
Transcurrieron otros dias y de improviso, aparece nuevamente mi amigo, abrazos, hartos recuerdos, la chispa aún reflejada en sus ojos “eso para mi no cuenta para nada”- conversando algunos álgidos minutos y quedar con el compromiso de encontrarnos el próximo mes. ( bueno, la esperanza es lo último que se pierde ) se aleja diciendo un par de tallas que celebro con una sonora risotada; lamentablemente quedo con el convencimiento que ha sido nuestra última cita.
Le digo a mi colega- en la oficina quien me pregunta sobre su estado de nuestro amigo común- como lo encontrastes?
-Muy apenado sólo alcanzo a decir......es que.....se vino a despedir de mi.
Y era toda la verdad. Flaquito Alvarez partió al más allá lejos de toda preocupación enfermedad y problemas terrenales.
¡Hasta siempre cumpa!- Guardaré siempre aquí en el corazón tu imagen alegre.
quico
quico
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