jueves, 1 de diciembre de 2016

SEGUIMOS VIAJANDO vamos a Mamiña












El pueblito de Huara, con linda  iglesia, que conocemos hasta  con su pastor- el sacerdote
de la localidad que está terminando el mes de María, tras una pausa, nos atiende con benevolencia, contándonos parte de la historia de este templo; tambien alcanzamos a divisar  el cementerio de este pueblo, que siguen allí pese al terremoto de hace poco.
¡ Que rico ! aquí no hay prisa, acaso estamos en ¿ otro mundo ?

Ahora nos deleitamos con Las Termas de Mamiña “los ojos de mi niña”, ahora viene a mi mente que cuando chico veía en las revista “En Viaje” la propaganda para conocer y apreciarlas; hoy esa lejana invitación se hace realidad.
Para este viaje empezamos con unas  pacientes hojas de coca en la boca, para prevenir el viaje a la altura…sonreimos viajando en este desierto mientras tarareamos-curiosamente- la música “de nuestros años” que melancólicamente suena “la lluvia, cae, cae, son –mil recuerdos de ti “ y se me ocurre que contaré “algún dia” a mis amigos con aire docto y semiserio, fíjense que “ mi encuentro con la coca fue por allá por Noviembre en el viaje de Pozo Almonte a Mamiña”

 El adicional de Mamiña indicaba : “barros chinos” y resulta curioso el negro barro con su particular perfume que cubrió todo el cuerpo y la cabeza entera……ahora sí que estamos todos igualitos, no hay diferencias señores!.brillan los puros dientes y algo blanco de los ojitos.

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