Es como estar trabajando en el infierno... así en poquísimas palabras. Un homenaje a tantos que les cuesta ganarse el pan diario. (usted puede contar su testimonio del trabajo en el blog) |
A
PROPÓSITO DEL BONO
La
noticia era breve y contaba del bono que les darían a los
trabajadores de El Teniente, Rancagua- situación que en un principio
fué rechazada por el detalle de los montos que lo componían- siendo
una negociación adelantada en varios meses.
Allí
recordé algo que una tarde me contó un familiar muy cercano de un
grupo de jóvenes pertenecientes a un último curso de una carrera
que consiguieron una exclusiva visita a la mina de El Teniente. Como
era la nuestra una región eminentemente minera, era muy
interesante-como formación profesional- tener contacto directo con
los trabajadores de “el sueldo de Chile- o la llamada viga maestra
” de nuestra economía.
Con
goljorio y alegría, típica de la juventud entusiasmada-no podía
ser de otra manera: risas, tallas, mientras hacían un preferencial
recorrido. Llegaron a un punto culminante del proceso y observaron-a
la distancia- a un verdadero extraterrestre en el mismísimo
infierno, con un traje como de la Nasa. el tipo movia algo y el lugar
estaba lleno de llamas. Todos en silencio y respeto miraron que se
retiró del centro infernal y observaron el chamuscado traje de
abesto o algo así que mostraba signos de estar quemándose, el
instructor seguía explicando la escena y se le ocurrió que sería
buen momento para que le hicieran preguntas al trabajador, mientras
procedían a retirarle la verdadera escafandra de su cabeza.
Su
cara estaba muy roja y estilando de mojada- casi chamuscada- e
intentaba dificilmente sonreirles. Un silencio profundo cuando se
escucha una voz de los muchachos que rompe el momento:
-¡Papá!
E intentó de pronto abalanzarce para abrazarle....
-Nó,
no ! Es peligroso le dijeron deteniéndole mientras el chico lloraba
y decía solamente ¡Papá!.....¡papá!....
una
lección en directo que valió más que millones de palabras. Quizás
nunca conversaban, quizás ni se entendían. Llegaría a casa sin
hablar y más de alguien pensaría que el trabajo sería muy fácil.
El
mensaje fue potente, creyeron escuchar....”te amo hijo mío”,
gracias por conocerme un poquito más.
Quería
contárselo amigos cuando muchos opinamos que el trabajo del otro es
fácil. Sencillo y simple y ganan tanto.
Cada
labor tiene su dificultad. Respeto hay que tener con todos los
esforzados trabajadores de mi país. Ahora me parece que es un buen
momento para narrarlo por los hijos de los trabajadores del país y
de mi región.
Abrazos
mineros de Rancagua y de Chile
cariñosamente
CICO
A*
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