miércoles, 5 de marzo de 2014

- * "...a propósito del bono"...



Es como estar trabajando en el infierno... así en poquísimas palabras. Un homenaje a tantos que les cuesta ganarse el pan diario. (usted puede contar su testimonio del trabajo en el blog)



A PROPÓSITO DEL BONO

La noticia era breve y contaba del bono que les darían a los trabajadores de El Teniente, Rancagua- situación que en un principio fué rechazada por el detalle de los montos que lo componían- siendo una negociación adelantada en varios meses.
Allí recordé algo que una tarde me contó un familiar muy cercano de un grupo de jóvenes pertenecientes a un último curso de una carrera que consiguieron una exclusiva visita a la mina de El Teniente. Como era la nuestra una región eminentemente minera, era muy interesante-como formación profesional- tener contacto directo con los trabajadores de “el sueldo de Chile- o la llamada viga maestra ” de nuestra economía.
Con goljorio y alegría, típica de la juventud entusiasmada-no podía ser de otra manera: risas, tallas, mientras hacían un preferencial recorrido. Llegaron a un punto culminante del proceso y observaron-a la distancia- a un verdadero extraterrestre en el mismísimo infierno, con un traje como de la Nasa. el tipo movia algo y el lugar estaba lleno de llamas. Todos en silencio y respeto miraron que se retiró del centro infernal y observaron el chamuscado traje de abesto o algo así que mostraba signos de estar quemándose, el instructor seguía explicando la escena y se le ocurrió que sería buen momento para que le hicieran preguntas al trabajador, mientras procedían a retirarle la verdadera escafandra de su cabeza.
Su cara estaba muy roja y estilando de mojada- casi chamuscada- e intentaba dificilmente sonreirles. Un silencio profundo cuando se escucha una voz de los muchachos que rompe el momento:
-¡Papá! E intentó de pronto abalanzarce para abrazarle....
-Nó, no ! Es peligroso le dijeron deteniéndole mientras el chico lloraba y decía solamente ¡Papá!.....¡papá!....

una lección en directo que valió más que millones de palabras. Quizás nunca conversaban, quizás ni se entendían. Llegaría a casa sin hablar y más de alguien pensaría que el trabajo sería muy fácil.
El mensaje fue potente, creyeron escuchar....”te amo hijo mío”, gracias por conocerme un poquito más.

Quería contárselo amigos cuando muchos opinamos que el trabajo del otro es fácil. Sencillo y simple y ganan tanto.
Cada labor tiene su dificultad. Respeto hay que tener con todos los esforzados trabajadores de mi país. Ahora me parece que es un buen momento para narrarlo por los hijos de los trabajadores del país y de mi región.

Abrazos mineros de Rancagua y de Chile
cariñosamente

CICO A*



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