Estoy cumpliendo cuarenta años, pero por casualidad es por segunda vez y este importante hito para mí es increíble. Hace años que terminé la vida laboral para hacer todas las cosas que siempre uno quiso hacer: salir en cualquier día sin pensar en los feriados y domingos.
Leer los libros que quiero, durante el tiempo del trabajo no queda suficiente horas para terminar ese libro favorito.
Ver películas, series, lo que estimes. Visitar a mis familiares que siempre recuerdo.
Viajar, descubrir nuevos lugares, aprender de la gente y las amistades.
Pertenecer a un grupo, un Club de Adulto Mayor "Días Plenos" para entender que siendo todos iguales poder descubrir valores, personas, alegrías y
Seguir escribiendo. Tengo dos bitácoras, son dos blogs que me acompañan ya por varios años: un estímulo para guardar personas, novedades, alegrías.
Vivir con sincera alegría este hito de cumplir las bodas de oro matrimonial, también en Movimiento de Cursillos de Cristiandad.
Formar una familia, junto a Carmen, enriquecida con los hijos Aldo, Nicolás y Andreita. Dos personas iniciales para llegar a enterar casi un equipo que crece en el tiempo, soñar y hacer realidad la fortuna de escribir dos libros que hablen de la gente que conocí en este camino : "La vitamina R" julio 2024 y "Junta las manos" mayo 2025. Este nuevo año que comienza esperamos otra colección de las historias de todos.
https://quico-anguita.blogspot.com/
Uno de los aspectos más gratificantes de tener 80 años es la abundancia de tiempo libre que suele acompañar a la jubilación . Esta etapa de la vida ofrece una oportunidad única para explorar nuevas aficiones, viajar y disfrutar de intereses que quizás se habían dejado de lado anteriormente.
Nunca alejarme del Señor, todos los días tienen su afán, por ello siempre me acompañó lo que un día llamaría "vitamina R"
El Salmo 71:18 es otro versículo alentador: «Aun en mi vejez y canas, no me abandones, Dios mío, hasta que anuncie tu poder a la próxima generación, tus proezas a todos los que han de venir». Este versículo debe inspirar a una persona de 80 años a seguir compartiendo su fe y experiencias de vida con las generaciones más jóvenes, a su familia y a la gente que estima.
Me alegró saber que el roble simboliza los ochenta años.
El roble representa fuerza, sabiduría y resistencia. A los ochenta, la fuerza disminuye, pero la resistencia se valora enormemente.
Celebramos la vida y agradecemos a los padres Carmen y Enrique que un día como éste hace justo ochenta años allá en la montaña de Sewell recibieron a este niño que alegró sus vidas. Después llegaría Gloria un día de marzo y los dos varones Juan y Patricio aparecieran en este mes de diciembre.
Dejar en mi historia las dos abuelas, Tíos Alfonso, Manuel, el Nelson, el Padre Pancho, la Anita María de San Vicente y la otra de Concepción, la señora Aída. Toda gente mayor que nos enseñó y nos hizo apreciar esta especial etapa de la vida.
Gracias Señor por la Misericordia y por todas las historias.
